Por Ciro RIVERA.
Desde que tengo memoria los Estados Unidos de Norteamérica siempre han culpado a los países de latinos del cáncer que representa el narcotráfico y todas las administraciones gubernamentales USA proceden en contra de los mutuos intereses que existen sin ocuparse jamás de los problemas que ellos mismos generan mucho menos preocuparse de los que los atañen a sus connacionales.
La responsabilidad del narcotráfico es fácil resumirla al preguntarnos por que los vecinos del norte combaten con insistencia e injerencia el tráfico latinoamericano de drogas ilegales, y jamás lo han hecho de la misma forma con el que tienen a lo largo de su territorio.
El gobierno estadounidense no han educado pero si propiciado que los jóvenes de este país sigan intoxicándose y sus autoridades no persiguen dentro de Estados Unidos a quien los ha estado dañando. El enemigo lo tienen adentro.
Las actuales circunstancias que vive ahora México con la llamada guerra en contra de los narcotraficantes tal parece una metáfora política lo que demuestra que lo importante no es el aspecto militar cuya acción se ve rebajada de nivel permitiendo a los políticos seguir construyendo su retórica.
Emmanuel Todd analista francés dice que el militarismo teatral es un nuevo fenómeno mundial utilizado por los gobiernos por dos objetivos fundamentales. Uno de ellos es hacer olvidar a los gobernados los problemas económicos y políticos fundamentales y el otro transmitirles el sentimiento de que el gobierno en el poder aun es necesario.
Para legitimarse Felipe Calderón emprendió lo que el llama es la guerra contra el narco pero por que no lo hizo contra la marginación lo que curiosamente nunca se a declarado por que una embestida contra el hambre le hubiera resultado más operante, como lo hizo Lula Da Silva en Brasil.
Las desigualdades que prevalecen en diferentes estratos sociales de algunas regiones de México, sobre todo, en las zonas rurales, demuestran la hambruna y las enfermedades propias del subdesarrollo que matan más que los cuernos de chivo y en el gobierno federal apenas si se menciona.
No es un grupúsculo de matones los que alimentan el narco sino la política absurda que llevan a cabo los gobiernos de los países latinoamericanos pedaleados por Estados Unidos, quien no combate la demanda que se tiene en este país provocando las grandes utilidades que origina este criminal comercio lo que incentiva a las organizaciones del narcotráfico, afirmaciones hechas por investigador y doctor en sociología, Marcelo Bergman de la Universidad de California.
A los ciudadanos hoy nos invade el miedo, la guerra contra los traficantes se emprendió en un momento de debilidad política, sin la visión estratégica que ni siquiera nos a dado mayor seguridad a los cual Felipe Calderón no debe olvidar que cuando se viven tiempos vergonzosos la vergüenza cae sobre uno.
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